Pasar a limpio, nos dice Oscar Tusquets, no es reescribir ni redibujar, es convertir las cuatro frases o el croquis que sólo tienen sentido para su autor en algo comprensible para los demás y, así, compartirlo. Aprendimos a valorar las afueras de las ciudades estadounidenses gracias a que Hopper las «pasó a limpio», y a contemplar la belleza de la Gran Vía madrileña gracias a los siete años que Antonio López dedicó a observarla y recrearla sobre el lienzo.