Este libro explora el enorme impacto del discurso médico y las tecnologías de la imagen en la formación, la representación y la recepción de la arquitectura del siglo xx, al tiempo que desafía el entendimiento normal de la arquitectura moderna al proponer que fue moldeada por la obsesión médica dominante de su tiempo: la tuberculosis y su principal herramienta de diagnóstico, los rayos X.