La ciudad -como toda realidad compleja- presenta un alto grado de dificultad para ser abordada desde métodos sectoriales y simplistas -que separan lo que está junto-, ya que, por una parte, aglutina muchos aspectos que están entrelazados y cuyo conjunto suele superar el sumatorio de sus elementos, generando contradicciones a veces muy llamativas, y, por otra parte, la rapidez de sus cambios.