Después de unas vacaciones literarias vuelve Jordi Querol con estas reflexiones sobre la vejez. A sus ochenta y dos años no es de extrañar que haya meditado y recapacitado sobre este tema, pero lo que más me ha impresionado de este excelente libro no es lo que el autor nos explica de la vejez, sino la manera cómo él la vive. Es fascinante constatar la pasión que Jordi Querol pone en todo lo que hace. Este libro es una lección extraordinaria, una guía del cómo se deben ir aceptando las distintas etapas de nuestra vida.