Si un libro es como un jardín que se lleva en el bolsillo, éste hace realidad como ningún otro ese proverbio árabe, pues recrea la historia de uno armonioso y encantador, un verdadero vergel: narcisos, orquídeas, y dalias brotan de sus páginas, cultivadas con mano maestra por el inefable Herbert Pinnegar, responsable del jardín de la mansión de los Charteris.