Este libro intenta entender la caminata como un acto filosófico o experiencia espiritual. Por eso utiliza grandes figuras históricas, filosóficas o literarias para las que caminar era una disposición del pensamiento o una inspiración: Rimbaud y el deseo de huir, Nietzsche y la llamada de las alturas, Gandhi y la política de la resistencia, sin olvidar Kant y sus marchas cotidianas en Königsberg.