A sus 85 años recién cumplidos, Renzo Piano no es como esos maestros a los que cabe atribuirles un estilo tardío con el que rompen con su producción anterior y se vuelven atrevidos. La del genovés ha sido una trayectoria de meditado pero constante avance, que ha sabido mantenerse fiel a sí misma y conservar frescas sus inquietudes: la dimensión artística, el orden artesano, el aliento cívico.