En una demostración de serenidad formal y eficacia funcional, Milá logró separar los tres elementos esenciales de toda luz: su estructura, sus componentes eléctricos y su pantalla. Una base en forma de aspa sostiene el fuste. Por él se desplaza la pantalla arriba y abajo, retenida a la altura deseada por la resistencia de una simple goma tórica. Pantalla blanca o beige. Estructura disponible en madera de roble natural o negro, haya, nogal y cerezo. Medidas: 60x50x166 cm. Premio de la Crítica ADI-FAD, 1962.