La mixtura funcional y la proximidad urbana son cuestiones de gran relevancia en el debate actual sobre la reconfiguración y mejora de las ciudades. Las ventajas asociadas a la mezcla y la proximidad de actividades son múltiples y contribuyen a fomentar ciudades más vivas y sostenibles: una ciudad que combina sus usos y funciones es, por definición, más saludable: reduce la huella de carbono al minimizar los desplazamientos diarios y facilitar formas de movilidad más blandas.