El diseño de las cosas cotidianas muestra que un diseño bueno y usable es posible. Las reglas son sencillas: hacer que las cosas sean visibles, explotar las relaciones naturales que unen función y control, y hacer un uso inteligente de las restricciones. El objetivo: guiar al usuario sin esfuerzo hacia la acción correcta en el control correcto en el momento adecuado.