El trabajo del colectivo florentino Superstudio, en particular sus provocadoras perspectivas y collages, han formado parte de la imaginación colectiva, arquitectónica y artística, de los últimos 60 años. Sin embargo, esta atractiva cualidad gráfica asociada a la representación ha ido relegando a un segundo plano la ambición intelectual de un proyecto teórico complejo a la vez que inusual, minimizando su potencial impacto en procesos arquitectónicos más recientes.