En este libro, los sindicatos de inquilinas nos proponen reimaginar la vivienda como un derecho y no como un privilegio. Para ello hemos de analizar las dinámicas económicas que gobiernan el techo bajo el que vivimos, entender los procesos que nos expulsan de nuestras casas y desenmascarar a los actores que se lucran con una de nuestras necesidades más básicas.