En Eivissa, la arquitectura de la casa y la arquitectura del paisaje se pueden unificar. La arquitectura rural se convierte, así, en la construcción del territorio: un organismo formado por muros, bancales, caminos y demás elementos que cubre toda la isla, y cuya célula es la casa rural, mínima unidad territorial y social formada por sus espacios agrícolas, entre los que destacan los volúmnes de las viviendas.197 p.: il., fot., plantes, 24x30 cm, rústica