La lana de la Alpaca (animal proveniente de la meseta andina) tiene unas cualidades especiales: Es muy aislante, ya que contiene unas bolsas de aire microscópicas en el interior de las fibras. Es 3 veces más cálida y 7 veces más resistente que la lana. Es hipoalérgica porque no contiene lanolina y no aloja ácaros y al mismo tiempo tiene una gran calidad y es muy ligera. Al tener las alpacas en el Pirineo, podemos considerar su lana como un producto de proximidad. La técnica de tejer la lana es la del fieltro (técnica más antigua para producir tejido) y el fieltro Nuno (técnica japonesa, en la que se aplica el fieltro sobre tejido). Por tanto, las piezas que son totalmente artesanales: hechas a mano, sólo de fibra de alpaca y con colores naturales.
La pequeña granja de Alpaques en el Pirineo que llevan Joana y Narcís, trabaja desde el respeto a los animales y el cuidado por su bienestar. Tanto el clima como la altura son propicios para que estos mamíferos se encuentren como en casa y la relación entre humanos y animales está establecida desde la vinculación afectiva. Al mismo tiempo, la lana obtenida de la esquilada anual se trata con el mismo respeto que el animal que la produce.
Los artesanos que elaboran estas prendas de lana de Alpaca, con técnicas tradicionales, gestión de proximidad y sostenible. Ellos no se consideran ganaderos, las alpacas forman parte de un entorno en el que naturaleza, cuidados y sensibilidad ha generado un espacio de buena vida para los animales y de productos de mucha calidad.