Giancarlo Mazzanti se toma el juego en serio, acaso como ningún otro arquitecto desde Aldo van Eyck. El holandés construyó más de 700 parques de juego en Amster-dam a lo largo de 30 años, integrando esos espacios lúdicos y abstractos en la vida cotidiana de una ciudad que se recuperaba del trauma de la II Guerra Mundial, y el colombiano procura reparar las cicatrices sociales de la desigualdad y la violencia con jardines infantiles y campos de juego