La cinematografía y la arquitectura destacan como dos actividades de modificación de la realidad, enriquecidas por sus múltiples intercambios. A las dos corresponde un trabajo peculiar de manipulación con 'el espacio', 'la luz' y 'el movimiento', y si la arquitectura vive en el 'tiempo', evoluciona y se transforma, de la misma manera uno de los objetivos de la cinematografía será registrar el innato tránsito espacio-temporal de los acontecimientos.