Las ciudades soñadas, imaginadas, ideales, inalcanzables, ubicadas donde no alcanza la vista, en un tiempo lejano o futuro, en lugares limítrofes, inalcanzables, en lo alto o en lo más hondo, manifiestan la admiración por la ciudad. Pero también denotan el rechazo de la ciudad terrenal, cercana, del presente. La ciudad ideal tiende un espejo a la ciudad terrenal, que destaca sus imperfecciones. La ciudad es una creación, un artificio, bien separado de la naturaleza.