Llovet realizó todas las imágenes de este trabajo durante su confinamiento, en una vieja casa aislada en medio del bosque en Cornwall, lugar idílico donde residen sus suegros. El autor cuestiona con su cámara los límites entre realidad y ficción, y consigue plasmar nuestros miedos y esperanzas más íntimos surgidos de esta crisis global sublimando la cotidianidad de su vida en familia para desvelar realidades más allá de las apariencias.