Hambre de arquitectura.Necesidad y práctica de lo cotidiano.
¿Ha muerto la arquitectura? Tras la era de la arquitectura del espectáculo, ¿es posible comenzar de nuevo? Hoy, cuando la virtualidad se cobra innumerables víctimas en forma de almas sin cuerpo, la realidad que ofrece la arquitectura nos brinda un asidero firme en ese descenso irrefrenable hacia lo inmaterial. La arquitectura nos permite sentir una especial continuidad con el mundo. Al hacernos conscientes de los hechos elementales de la vida o al mostrar la mera relación con el universo, la arquitectura se hace presente.