Tras Lucrecio con De rerum natura, después de la zoología etimológica de Isidoro de Sevilla y de los demonios ilustrados en los comentarios al Apocalipsis de los beatos, con posterioridad a los bichos engendrados por Kafka y a las núbiles de un solo cuerno concebidas por Le Corbusier, a los monstruos de W. G. Sebald que habitan en Sobre la historia natural de la destrucción y al hilo de El orden natural de las cosas de António Lobo Antunes, sucede el accidente gráfico de cierta arquitectura ,.